Hoy en día el sector de la energía en Turquía representa una de las más interesantes oportunidades de negocio en el país. El proceso de privatización y desregulación emprendido por el Gobierno turco en la última década, junto con un marco legal sólido y una creciente demanda interna han hecho Turquía un país clave para los inversores.
La empresa de distribución turca TEIAS prevé un crecimiento anual de la demanda del 6% entre el 2017 y 2023. Este pronóstico se sustenta en el crecimiento demográfico, el desarrollo de la población en las zonas urbanas y un esperado aumento de la producción industrial.
Por otro lado el mercado de generación de electricidad turco es uno de los de más rápido crecimiento en el Mundo. Desde 1998 hasta 2016 la capacidad total instalada aumentó de 23.000 MW a unos 78.500 MW y prevé llegar a 96.000 MW de 2023.
La generación de electricidad está formada por centrales hidroeléctricas y de gas, seguidas por las plantas de carbón y eólicas (cerca de 6.000 MW de este recurso se han instalado ya). La cantidad de electricidad generada por otras renovables como la biomasa y la energía solar térmica no es significativa. En solar PV se han adjudicado pre-licencias para la construcción de plantas solares por un total de 600 MW, concedidas a través de licitación, siendo el primero concurso en Turquía, mientras que el mercado sin licencia ha crecido rápidamente, sumando entre ambos tipos (con y sin licencia) cerca de 1.000 MW instalados.
Debido a su idoneidad para la energía eólica y solar, Turquía ha subido posiciones en cuanto a capacidad instalada en los últimos 3 años. Según los rankings de uso de energía, energías renovables y eficiencia energética, Turquía ocupa actualmente el puesto en 23 de 111 países.
En el mes de febrero de 2017 316,7 MW de 28 plantas fueron conectados a la red, de los cuales el 94,2% tiene fuente en las renovables.
En Marzo de 2017 1.000 MW de PV solar fueron adjudicados al consorcio formado por la coreana Hanwha y el holding turco Kalyon Group.