La economía de Bosnia Herzegovina está aún marcada por la guerra interétnica de principios de los 90, comenzando a recuperarse en el período 1996-1999 y superando niveles de crecimiento del 5% en el período 2000-2008, aunque la crisis actual ha estancado su crecimiento. El actual gobierno se ha puesto como objetivo para los próximos años la reducción del déficit público para acceder a las ayudas del Fondo Monetario Internacional.
La privatización de empresas estatales fue lenta hasta el año 2006. Actualmente el gobierno está impulsando la privatización de entidades heredadas de la antigua Yugoslavia, incluyendo empresas de los sectores de telecomunicaciones, generación de energía y minería, presentando una buena oportunidad para la inversión.
La industria bosnia se centra en un 80% en los sectores maderero, metalurgico, textil, construcción y agroalimentario. El sector maderero cuenta con la ventaja de una materia prima de calidad (haya y pino principalmente), pero carece de habilidades para la gestión y para aprovechar las oportunidades de bajos costes salariales y proximidad con la UE. En la misma situación se encuentran las empresas del sector metalúrgico y agroalimentario.
El sector de materiales de construcción está siendo ayudado por el estado al ser clave en la reconstrucíón del país, incluyendo las empresas de ingeniería, las mejor situadas en el mercado internacional. Existen 22 grandes productores de materiales de construcción.
En cuanto a la minería, Bosnia Herzegovina es un país rico en carbón (60% lignito), acero, zinc, bauxita, plomo, sal y arcilla. También destaca el refino de petroleo, con 5 millones de toneladas anuales.
Las industrias pesadas y militares, base de la economía anterior a la guerra, han iniciado un proceso de asociación con empresas extranjeras que aportan nueva tecnología, con el objetivo de reducir las debilidades de dicha industria, a saber, obsolescencia, falta de capital, destrucción de sus activos y canales de distribución y la pérdida de mercados durante la guerra.
En cuanto al sector de telecomunicaciones, este se encuentra operativo gracias a los fondos del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, que financió en gran parte la reconstrucción de las instalaciones dañadas durante la guerra. En el año 2007 se privatizó Telekom Srpske adquirida por Telekom Srbije. Aún están pendientes de privatizar las empresas de telefonía BH, Telekom y HT.
Los esfuerzos de las autoridades bosnias se centran en la actualidad en la autopista del corredor pan-europeo que unirá Budapest con el mar Adriático, y que atraviesa Bosnia de norte a sur, y cuya finalización está prevista para el año 2013. Además de este, otros proyectos tratan de recuperar las dañadas vías de comunicación del país incluida la red ferroviaria.
Los grandes bancos italianos y austríacos se han hecho con el control del sector financiero bosnio, sobre la base de los bancos nacionales existentes, generando una confianza en el sector sin precedentes. Los bancos internacionales con intereses en el mercado bosnio son Unicredit, Raiffeisen Bank, Hypo Vereins Bank, Volksbank, Hypo Alpe Adria Bank, el banco turco Ziraat Bank y el Privredna Banka.
Turquía ha tenido siempre una gran influencia política y económica en la región, dados los lazos históricos que los unen. El actual gobierno turco apoya la entrada de Bosnia en la OTAN y otros organismos internacionales. Las necesidades de inversión y la estrecha relación entre ambos países convierte a Turquía en una buena plataforma para la entrada en el mercado bosnio.